me siento en el diván y te cuento mi sueño

Resulta que soñé con vos... ok, no lo voy a personalizar tanto.
Soñé que iba a la casa de una persona, me abría la puerta y todo lo que tenía para decir se vio opacado por su cuerpo tan grande y su cabeza tan chica.
La puta madre, pero es deforme!, pensé.
No podía dejar de mirarla, de ver que no era lo que tanto mostró, que estaba distinta.
Esa persona era un engaño. Me estafaste!!, devolveme mi angustia que ahora te la cambio por bronca, gritaba para mis adentros, trataba de halagarla pero yo seguía mirando su enorme cuerpo, su casi cabeza pegada a los hombros sin cuello de por medio y su pelo largo hasta la cintura.
Me dio pena y le pedí que me llevara en auto hasta mi casa.

Los sueños son muy locos, pero si me había estafado, mínimo que me llevara a mi casa.

4 comentarios:

Hugo dijo...

Lo bueno, es que te hizo caso.

Sino tal vez se transformaba en pesadilla.

Levi dijo...

Totalmente, hasta fue amable. ¡Raro!

Anónimo dijo...

en algunas partes me como el amague y pienso que hablas de un pito.
hay algo de pito en todo este asunto?

saludos y pitos.

Levi dijo...

¿Sos el mismo Anónimo que gusta hablar de la caca?. Pitos y cacas o pitos de mierda... vaya uno a saber, ahora si no sos el mismo, amo a todos mi Anónimos.

No, nada que ver, lamento cortarte el polvo (cuak), pero solo hablo de una persona, ser humano (calculo), que se me presentó deforme, pero si me lo pongo a analizar cual psicóloga berreta te diría que en la vida real me decepcionó tanto que la soñé distorsionada.

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