Es increíble el grado de vanidad y egocentrismo que tienen algunas personas.
No registran con la sutileza con la que se puede cruzar esa delgada linea que separa a la persona interesante de la pedante convirtiéndolos así en los que tanto ellos desprecian, el ser pelotudo.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, y yo no soy quien para ir despabilando gente.
Me asombro y sigo con mi labor.
2 comentarios:
que pelotudo!
ja!
irónicamente :P
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