Anoche me invitó a quedarme a dormir en su casa porque ya se había hecho tarde entre charlas, asado, pitos y matracas.
Morí de amor y ternura, hacia mucho que no me quedaba, pero le dije que esta vez no, que tenía mucho que hacer al día siguiente por la mañana y que él se levantaba muy temprano para mi gusto.
Prometí hacerlo alguno de estos findes en el que pudiésemos organizarnos bien y yo no tuviera que trabajar al día siguiente.
Llamamos a un taxi y me dio plata para pagarlo.
Volví a ser una nena en la casa de papá. Es el más lindo del mundo.
5 comentarios:
brindo por eso!
Gracias! :)
Solo los papás pagan el taxi de vuelta.
Jajajajajaaaa una nunca deja de ser la nena de papá!
Gladiola, o alguno que te quiere sacar de encima muy rápido.
jajajaj
eMe, amé ese domingo sola con él.
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